Raúl Castro, tras su salida habló de las reformas: “Pensé que a esta altura habríamos avanzado más”

Luego de la asunción de Díaz-Canel a la presidencia de Cuba, el histórico líder de la revolución Raúl Castro habló ante la Asamblea hizo una revisión de ciertos aspectos pendientes en el modelo de actualización de la economía y de las reformas aplicadas. “Pensábamos que a esta altura habríamos avanzado más y si no tuviéramos resuelto los problemas tendríamos bien organizado todo, bien planificado y en proceso de ejecución, con diferente grado de desarrollo”, sostuvo, a propósito de las dificultades sin resolver que quedan aún en la isla

 

 

 

 

 

El exmandatario y secretario general del Partido Comunista de Cuba brindó un discurso de hora y media en la que sostuvo que “el PCC apoyará y respaldará resueltamente al nuevo presidente en el ejercicio de sus atribuciones constitucionales, contribuyendo a salvaguardar nuestra arma más importante, la dignidad de todos los revolucionarios y el pueblo. No puede ser de otra manera”.

 

El propio Castro propuso a Díaz-Canel para sucederlo al frente de la organización comunista y señaló que el nuevo presidente “no es un improvisado y su ascenso no ha sido fruto del azar ni del apresuramiento”.

 

“Cuando yo falte, Díaz-Canel puede asumir también como primer secretario del Partido Comunista de Cuba”, dijo ante los diputados.

 

“A diferencia de lo sucedido en el pasado en otros casos de jóvenes dirigentes, no cometimos el error de acelerar el proceso” de relevo generacional, manifestó.

 

Sin llegar a mencionarlos, el discurso del saliente mandatario hizo referencia a políticos como los ex cancilleres Roberto Robaina y Felipe Pérez Roque, y del vicepresidente Carlos Lage, que durante años fueron considerados los “delfines” de Fidel Castro pero que fueron defenestrados del poder.

 

La tarea más urgente es la unificación de las dos monedas nacionales que circulan en el mercado, además de la eliminación de tasas de cambio preferenciales para empresas estatales, que son la mayoría en la isla. El tema “sigue siendo un dolor de cabeza”, en palabras de Raúl. El sucesor ya dijo que su antecesor “encabezará las decisiones de mayor trascendencia” en el país.

 

Tal vez consciente de que Cuba importa gran parte de los bienes que consume, Raúl Castro no pide nada para su cumpleaños. “Tengo ya 87 años que cumpliré el 3 de junio. No lo digo para que manden algún obsequio. Sé que está difícil conseguir un regalo aquí aunque sea modesto. Es más difícil que encontrar petróleo. No me envíen nada”, dijo.

 

Y mientras explicaba que acompañaría a su sucesor a las actividades por el 1 de mayo, se percató que había terminado el discurso. “¡Bueno, acabé!”.

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